sábado, 13 de agosto de 2011

LA TIA CELINA

La tía Celina era la oveja negra de la familia. Al menos eso es lo que nos decía mi madre. Era una hermana mayor de mi padre, que allá por los años treinta tenía la audacia de fumar, separarse de su marido, tener boca sucia y lo que ya parecía el colmo, ser artista de teatro!
Si bien mi padre nunca desmintió abiertamente lo dicho por mi madre, creo que era más generoso en sus apreciaciones.
En la foto vemos a la abuela Elisea Nasso de Rodríguez con su hija Celina y su nieta Bocha en Mayo de 1931.
En sus andanzas artísticas, la tía Celina conoció a una militante y carismática compañera de trabajo quien la llevó al activismo político en un incipiente movimiento que un par de años después tomaría el nombre de Peronismo.
Su amistad con la carismática compañera y la temprana adhesión al Peronismo la propulsó a ser electa Diputada Nacional por ese partido.
Al poco tiempo, su amiga activista fallecía y se convertía en un mito: EVITA.
Tal amistad le valió a la tía Celina el ser utilizada como faceta realista de una conocida novela histórica llena de ficción: SANTA EVITA, de Tomás E. Martínez.(1)
Celina, casada con el escritor Claudio Martínez Paiva, se exiliará luego del golpe del 55 en el Paraguay regresando pocos años después.
Tuve entonces la oportunidad de conocer a Claudio Martínez Paiva. Me emocionó mucho el momento ya que acababa de ver la película “El cañonero de Giles”, nombre que le había sido dado por Martínez Paiva, autor del guión, en homenaje al pueblo adonde habían nacido los hermanos Rodríguez.
En la siguiente foto la vemos ya retirada, en el momento que junto a tía Zulema me despiden en el puerto de Buenos Aires (1962).(2)
En pocos años más, Celina presenció el momento en que su nieto, el único hijo de Bocha, se consagraba ganador del Concurso Odol de preguntas y accedía a un lugar entre los famosos.
En las décadas del ochenta y noventa, ya fallecida Celina, la prima Bocha nos visitaría en México y Washington y nos llevaría noticias de la carrera de Claudio María Domínguez, su hijo único.
En la última visita, Bocha nos trajo un libro de Claudio dedicado a la Madre Teresa. Se había transformado en un conocido periodista y conferencistas de temas espirituales.
Esta parte ya no la pudo ver la tía Celina. Tal vez su espíritu sí, con ayuda de su nieto….


Leopoldo Rodriguez (Enero 2005)

(1) SANTA EVITA, de T.E.Martínez, Edición de Random House, ISBN0-679-77629-X, pág195.
(2) Me había becado el gobierno de Alemania Occidental y viajaba en la manera más económica de la época.